Y, además, muy muy divertidos.
Un regalo divertido para que los niños aprendan, para que los mayores se sorprendan y para que sacarle a todos una sonrisa.
Los peluches más contagiosos tienen forma de virus del ébola, streptococcus come carne, un adipocito... Si está en la cama con gripe, seguro que le resulta curioso que le lleves uno de los malvados virus que le están haciendo la vida imposible, aunque sea para estamparlo contra la pared, ya que nada puede hacer contra los que tiene dentro.
A los niños les llamará mucho la atención abrazar un catarro aumentado un millón de veces su tamaño real y, de paso, aprenderlo todo sobre el resfriado común. Cada muñeco viene acompañado de la información del microbio al que representan. Una excelente herramienta educativa, así como un regalo sorprendente.
Con similar finalidad didáctica salieron los peluches con forma de órganos humanos. Puede que a alguno le parezca un poco gore ver al niño dormir abrazado a una víscera, pero ¿hay algo más adorable que un corazón contento, un hígado feliz, unos pulmones sonrientes o un riñón orgulloso?
Otra especie rarita para los que huyen de los peluches clásicos son los peluches pixelados. Hay varios modelos, la mayoría son las navecitas o los marcianos del juego Space Invaders de Arcade, así que seguro que harán gracia a más de un nostálgico de aquellas partiditas.
También tiene su gracia Plushform: un peluche en blanco para dejar que de rienda suelta a su creatividad. Basado en el popular muñeco Wee Ninja de Shawnimals, es el primer juguete de felpa cien por cien DIY (Do It Yourself). En él podrá pintar, coser, pegar piezas, y todo lo que se le ocurra para personalizarlo. O incluso ¡puedes personalizarlo tú para hacer de él justo el peluche que le quieres regalar, y una vez terminado, obsequiárselo!
Los tienes todos en curiosite.com
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